La ilustre fregona es la octava de las Novelas Ejemplares escritas por Miguel de Cervantes. Este relato podría resumirse en: De cómo un delito hizo que Constanza pasara de ser una simple (aunque virtuosa) fregona, a ser la ilustre fregona. Y es que las personas no siempre son lo que aparentan.
La ilustre fregona emparenta en cierto modo con La fuerza de la sangre. También aquí encontramos un personaje de alta alcurnia campando por sus respetos y saliendo indemne del asunto porque la carga la lleva la víctima. Y es que la fechoría la paga quien no tiene un real, porque si tienes posibles la cosa cambia. La premeditación no es alevosa, sino fruto de un vahído pasajero. Además, siempre obtienes el perdón, no hay castigo en estos casos.